El llamado Mommy Makeover, término que se podría traducir como el cambio de imagen de la mamá, está surgiendo como una moda promovida por grandes artistas internacionales que acaban de ser madres y quieren recuperar la perfección de su cuerpo tras dar a luz. En realidad se trata de un conjunto de intervenciones de cirugía plástica, -tres, para ser exactos- cuya finalidad es recuperar la forma y tersura de los pechos, un abdomen completamente plano y eliminar la grasa sobrante, especialmente en los muslos y el abdomen.
No cabe duda de que el embarazo pasa factura al cuerpo de la madre: los pechos aumentan de tamaño para prepararse para la lactancia, el útero se expande forma increíble y con él el abdomen y no son pocas las embarazadas que ganan más peso de la cuenta. Y después del parto, ¿qué? Finalizada la lactancia los pechos pierden su tersura y se muestran más caídos, el útero recupera su volumen normal, pero la piel de la barriga ha perdido elasticidad mostrando alguna caída displicente… o no, si los kilos de más que se han ganado en el embarazo continúan en su sitio.
Todo ello hace que tras su maternidad muchas mujeres se obsesionen para recuperar su imagen e incluso mejorarla. Dietas especiales, mucho ejercicio, gimnasia especial, gimnasia pasiva, tratamientos cosméticos, etc. Todo vale para lograr el objetivo. Nade de ello es nocivo para la salud e incluso algunas de estas iniciativas aportan claros beneficios, como la alimentación sana y el ejercicio regular. El problema es que el proceso es lento y no siempre da los resultados deseados.
Mommy Makeover
- Mamoplastia: se puede levantar el pecho caído tras el embarazo y la lactancia para que recupere su forma original o bien optar directamente por un aumento de pecho que rellene el volumen de piel sobrante, pues deja menos cicatrices que la primera opción.
- Abdominoplastia: tiene como objetivo devolver la firmeza al abdomen, eliminando los pliegues de piel y las bolsas de grasa, y tensando los músculos a través de una pequeña incisión en el hueso púbico. Incluso se puede aprovechar para quitar la cicatriz originada por una cesárea cambiándola por otra más estética (más pequeña y más fina).
- Liposucción y lipoescultura: con la liposucción se extrae la grasa, pero no obtiene ningún efecto sobre la distensión de la piel o de los músculos. De ahí la recomendación de simultanearla con una abdominoplastia con el fin de esculpir cintura y abdomen a conveniencia.