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Las cirugías plásticas: el antes, durante y después de una reconstrucción exitosa

La esencia de la cirugía plástica está en la reconstrucción de tejidos superficiales: estiramientos faciales, aumentos mamarios, lipoesculturas, abdominoplastias, reconstrucciones mamarias por cáncer y de tórax por enfermedades benignas o malignas, en las que también intervienen otras especialidades.

La cirugía plástica, entonces, es la encargada de solucionar problemas en defectos de la piel, los tendones y los huesos, cuando ocurre lesiones por trauma, tumores, deformidades de nacimiento o por asuntos estéticos.

La preparación previa

Entre el 70 y el 80 por ciento de los pacientes intervenidos son programados, el resto llegan por situaciones de urgencias.

El primer filtro por el que deben pasar los candidatos a ser operados es el cirujano, quien realizará una evaluación en la que ordenará los exámenes que se requieran según el caso. En caso de que estos revelen cualquier situación no esperada, el doctor lo escalará con el especialista respectivo, quien entregará sus recomendaciones, incluso sugerir que la cirugía no se realice por alguna alerta que sea preferible atender antes de la intervención.

El siguiente paso se debe dar con la consulta preanestésica, en la que se analiza el tipo de cirugía, las morbilidades del paciente -es decir qué enfermedades tiene- y según esto cómo debe ser su tratamiento y control previo a la cirugía.

Unas preguntas obligadas en la consulta medica inicial, en la consulta con el anestesiologo y en el ingreso a su cirugía son ¿qué medicamentos consume? y ¿fuma?, con lo que se establecen unas líneas de riesgo, clasificadas por nosotros como amarilla y roja, según la sustancia y que va relacionada con los efectos en el paciente durante y después de la cirugía.

Recomendaciones especiales

  1. El enemigo principal de la cirugía plástica es el edema o la inflamación. Durante las primeras 24 a 48 horas después de la intervención, se debe reducir con enfriamiento, sea con hielo o compresas frías. Esto previene o reduce el proceso inflamatorio.2. Pasado este tiempo, el frío poco ayuda más que para mitigar el dolor.

    3. Restringir la alimentación dependerá de cada caso en particular, según las condiciones nutricionales del paciente, pero en general no hay una estructura rígida sobre algo que no se pueda consumir. En algunos casos se sugiere no ingerir lácteos o grasas, ya que pueden generar malestar debido al ayuno prolongado, o por el metabolismo de los medicamentos durante la anestesia.

    4. El reposo total no es muy recomendable porque puede contribuir a aumentar el riesgo de hacer trombosis venosa otromboembolismo pulmonar. A veces se acude a la inmovilización focalizada en el área comprometida.

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