Los beneficios de las cirugías plásticas y estéticas son muy amplios y diversos, y mejoran tanto la salud física del paciente como a la salud mental y emocional.
La cirugía plástica reparadora mejora el aspecto físico en las lesiones causadas por accidentes y quemaduras, en enfermedades y tumores de la piel, tejidos de sostén y anomalías congénitas, de cualquier parte del cuerpo y con cada vez más avanzadas tecnologías y procedimientos.
Mientras que la cirugía estética trata con pacientes generalmente sanos y su objeto es la corrección de alteraciones de la norma estética con la finalidad de obtener una mayor armonía facial y corporal.
Esto repercute en la vida emocional del paciente ya que eleva su autoestima y lo hace más feliz y seguro de sí mismo.
Sólo los médicos que acreditan estar en posesión del título de especialista en cirugía plástica, reparadora y estética tienen la formación profesional que proporciona al paciente una óptima calidad asistencial, por tal motivo es imprescindible tratar con cirujanos cualificados.
Las cirugías estéticas nos solucionan algunos defectos y nos embellecen, pero no hay que excederse puesto que los resultados van a ser negativos e indeseados. Lograr un buen cambio estético se basa en conseguir la armonía ya sea facial o corporal.