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Efectos de una cirugía estética

La cirugía estética está siendo en la actualidad un área científica de mayor extensión dado el número de pacientes que acuden a la misma. El gran avance de las técnicas de tratamiento y de intervención que se aplican ha mejorado sustancialmente en los últimos años de tal forma que las intervenciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas no generan graves molestias que impidan a las personas llevar una vida normal postcirugía. El número de intervenciones de cirugía estética se ha incrementado en un 500% en los últimos 10 años. Los motivos que ha llevado a este incremento además de las mejoras sustanciales de las técnicas han sido la gran satisfacción que los pacientes han encontrado en estos tratamientos, la disminución del estrés y una mejor calidad de vida, una mejor autoestima y satisfacción con su imagen corporal, una mejoría en su relación de pareja y un estado psicológico más positivo en su interacción social de la vida diaria.

Diferentes estudios han encontrado que la cirugía estética ha conseguido modificar estados emocionales y motivaciones frente a situaciones de la vida diaria así como modificación de actitudes frente a su propio cuerpo. Es más, en muchos casos se ha conseguido modificar actitudes frente a la propia imagen corporal que han disminuido los estados psicopatológicos de dimorfismo corporal a los que estaban sometidos los pacientes anteriormente a la cirugía.

Los diferentes estudios sobre cirugía estética justifican la importancia de la misma en aspectos psicológicos de los pacientes entre los que podemos encontrar una autoestima mayor de sí mismo, un aumento de las relaciones sociales e interpersonales, una mejora en la calidad de vida y en muchos casos una disminución de rasgos de personalidad y estados de estrés y ansiedad.

Por otro lado, diferentes trabajos de investigación asocian el cortisol salivar con altos niveles de estrés psicosocial, bien sean por problemas de trabajo, de relaciones sociales, de estados de ánimo, de exceso de preocupaciones, de problemas de calidad de vida, etc. También otros estudios han relacionado los niveles de cortisol salivar con altos niveles de ansiedad social.

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